miércoles, 29 de abril de 2009

DIOS CREO AL HOMBRE PARA QUE NO MUERA

Mientras más aumenta la ciencia, más me convenzo de que Dios existe.

Los avances científicos me ayudan a conocer más la perfección de un mundo que fue creado con la finalidad de que permanezca para siempre.
Yo soy físico matemático y mi esposa estudia medicina. Tomé un libro de Neurocirugía que ella había dejado sobre la mesa y comencé a hojearlo. Aprender cosas nuevas nunca me ha pesado, así que me senté y comencé a leer un tema que me llamó la atención: “La autopreparación del cuerpo humano”. Según el Prof. Gustav Dovos, Asesor adjunto del hospital de mineros de la ciudad Alemana de Essen: “el cuerpo humano es capaz de curarse por si mismo del 60% al 70% de las dolencias.”
El proceso de autopreparación es sumamente complicado, no tenemos ni idea de la labor que realiza nuestro organismo sin que nos demos cuenta. Si mi deseo en esta entrada fuera que usted entendiera el complejo proceso de auto-regeneración del cuerpo humano, le aseguro que no terminaría de escribir por años.
Por esto lo que quiero enfatizar aquí es que en los planes de Dios no estaba que el hombre muriera, por eso dio la capacidad al cuerpo de auto-regenerarse. El hombre viviría para siempre, pero el pecado trajo la muerte, las enfermedades, las dolencias (Romanos 6:23). Aun después del pecado, Dios crea otro plan de salvación para el hombre, partiendo de su deseo inicial de que este permanezca para siempre. Envió a Jesús para que muera en nuestro lugar y cargue con nuestros pecados, para que de esta manera todo el que le reciba pueda alcanzar la vida eterna.

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).

Su hermano
Damián Méndez
Ministerio Internacional Kadosh
Santo Domingo, RD.

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