SACRIFICA EL TORO

Lv 16:6
Ofrecerá entonces el becerro como su propio sacrificio por el pecado, a fin de obtener el perdón de los pecados para sí mismo y para su familia.

Lv 22:29
Cuando ofrezcáis un sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable.

El sacrificio en el Antiguo Pacto tenía un gran significado para el pueblo de Israel. Se ofrecían diferentes tipos de sacrificios dependiendo de la falta cometida por el pueblo, por ejemplo: se hacían sacrificios por el pecado, donde se debía ofrecer un becerro, un cordero, cabra, tórtola o un palomino (Lev 4:1-35; 6:24-30), así como también se ofrecían sacrificios por la culpa (Lev 5:1-19; 7:1-7), sacrificio quemado u ofrenda encendida por la culpa (holocausto), (Lev 1:3-17; 6:8-13; 7:8), ofrenda de comida u oblación (vianda), (Lev 2:1-13; 6:14-23), sacrificio de paz (Lev 3; 7:11-36). Los propósitos de estos sacrificios eran: Expresar amor, devoción, agradecimiento, paz, comunión y gratitud, expresar la confesión de un pecado específico no intencional, y buscar perdón y lavamiento de Dios, expresar la confesión de un pecado específico no intencional o intencional, pero confesado voluntariamente.
El hombre pecador sólo puede acercarse a Dios a través de un sacrificio. En este tiempo después que fue sacrificado el verdadero cordero que quitó todo el pecado del mundo (Jesucristo), no tenemos que sacrificar un animal, literalmente hablando. Dios demanda de nosotros otro tipo de sacrificio para acercarnos a El. Respondió Jesús y dijo: --De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán los últimos, y los últimos, primeros. Mat. 10:29-31.
¿Cuál es el sacrificio? Debemos apartarnos de todo aquello que este robando el tiempo que le corresponde a Dios, todo aquello que este desviándonos de su camino, todo aquello que este tomando el lugar que a El le corresponde, sea padre, madre, hijo, hermano, tierra, negocios, televisión, computadoras, deportes etc. Ese es el toro que hay que sacrificar hoy en día, para expresar a Dios nuestro amor, devoción y agradecimiento. En este tiempo donde la ciencia va aumentando vertiginosamente, todo lo nuevo conlleva dedicación y mucho tiempo, sentimos que los días están más cortos, cuando la tierra sigue girando normalmente, los días siguen teniendo veinticuatro horas, el año sigue teniendo trescientos sesenta y cinco días, nada de esto ha cambiado. Nosotros estamos dedicando mucho tiempo a otras cosas cuando a nuestro alrededor muchas almas se estén perdiendo. No tenemos tiempo para meditar en la Palabra, para orar, para ir a la Iglesia, a la cual dejamos de ir fácilmente para dedicarnos a otras cosas de menor importancia. Dios quiere que sacrifiquemos el “toro” que esta tomando el lugar que a El le corresponde en nuestras vidas. Que hagamos este sacrificio de manera aceptable, de corazón sincero.

Su hermano y amigo
Damián Méndez
Ministerio Internacional Kadosh
Santo Domingo R.D